
Certificados sostenibles: FSC, SFI, PEFC...
Aunque es cierto que existen otros numerosos sellos de aplicación para el papel, estos no son tan conocidos como los que veremos en este artículo. Esto se debe a que, actualmente, el principal enfoque de sostenibilidad para el papel está basado en la certificación forestal.
En general, cuando un bosque está inscrito en un programa de certificación, las prácticas de manejo forestal empleadas se evalúan según una serie de estándares para asegurar a los consumidores que los productos derivados de madera provienen de un bosque manejado bajo principios de sostenibilidad ecológica, económica y social y que estos han sido verificados independientemente.
Los programas que más implantación tienen en el mercado son los llevados a cabo por el Consejo de Administración Forestal, FSC (Forest Stewardship Council), la Iniciativa Forestal Sostenible, SFI (Sustainable Forestry Iniciative) y el Programa para la Promoción de la Certificación Forestal, PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification).
¿Y qué evalúan estos certificados?
Los programas de FSC, SFI y PEFC principalmente se enfocan en prácticas administrativas para aquellos que cultivan y cosechan fuentes de fibra, destacando entre ellos especialmente los árboles. Dentro de esa certificación pueden incluirse también las imprentas, dentro de la llamada Cadena de Custodia, un sistema de seguimiento mediante el cual se establece la trazabilidad de la fuente de la fibra desde su origen hasta el producto final.
Veamos en detalle cada uno de estos certificados:
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FSC
Sello exclusivo de productos forestales que garantiza que la fibra virgen utilizada en el papel procede de bosques gestionados de forma sostenible (no incluye por tanto papel reciclado). No impone requisito alguno en la fabricación del papel, pero es el más exigente en las condiciones ambientales impuestas a las explotaciones forestales. Este sello es otorgado por un organismo independiente y el que recomiendan numerosas organizaciones ecologistas.
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PEFC
Sello similar al FSC, pero impulsado por la propia industrial forestal y con criterios menos exigentes. Aquí también lo que se certifica es que se trata de papel de fibra virgen procedente de explotaciones gestionadas de forma correcta (no se utiliza para papel reciclado).
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SFI
Sello que tan sólo certifica explotaciones de EEUU y Canadá. Aunque detrás del sello se encuentra la ONG SFI Inc., es la industria maderera la autora detrás de esta nueva certificación. Sus requisitos son mucho más laxos que los otros dos sellos más extendidos.
En la siguiente tabla se resume (en inglés) las principales características y diferencias entre cada uno de estos sellos certificadores.
Pero no es oro todo lo que reluce...
Sin embargo, estos certificados no auditan otros aspectos clave para establecer el grado de sostenibilidad del papel, como por ejemplo las fuentes de fibras no certificadas, el contenido de la fibra reciclada o los procesos desarrollados en la manufactura.
Veamos un caso práctico de cómo estos sellos nos dan una falsa sensación de sostenibilidad absoluta en el papel certificado. Dado que en los papeles certificados está permitido la mezcla de fibras certificadas con fibras de maderas no certificadas, se acaban empleando papeles con un porcentaje y procedencia desconocida de fibras no certificadas.
Así que, como podéis ver, el proceso es complicado por los diversos agentes que aparecen en la cadena y por los numerosos procesos directos y asociados que surgen durante la fabricación de papel. Los certificados no contemplan todas esas variables, sino solo alguna de ellas, y ni siquiera evalúan el grado de sostenibilidad de esos aspectos al 100%.
Han mejorado la situación respecto al escenario inicial, pero desde luego no certifican el proceso en su totalidad y, además, algunos de estos sellos tienen intereses partidistas al ser los promovidos por la propia industria. No son perfectos, pero de momento son una de las medidas más instauradas para medir el grado de sostenibilidad de una impresión gráfica.
¿Sabías que…?
La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) publica anualmente los principales datos de la industria papelera en España. En su Memoria de Sostenibilidad 2020 puedes consultar los datos más actualizados respecto a la gestión forestal, el proceso de fabricación, productos elaborados y reciclaje.