Todos los idiomas tienen los mismos colores básicos
En 1969, dos investigadores de la Universidad de Berkeley, Paul Kay y Brent Berlin, publicaron el libro Basic Color Terms, en el que recogían una idea bastante innovadora: todas las culturas de la historia, cuando desarrollaron sus lenguajes, inventaron palabras para los colores exactamente en el mismo orden.
Afirmaron saber esto basándose en una prueba de identificación de color simple, donde 20 encuestados identificaron 330 fichas de colores por su nombre. Y así es como descubrieron que si un idioma tiene seis palabras para denominar colores, éstas siempre hacen referencia al negro, blanco, rojo, verde, amarillo y azul. Si tenía cuatro términos, siempre eran negro, blanco, rojo y luego verde o amarillo. Si solo tenía tres: negro, blanco y rojo.
Establecieron una clasificación de los idiomas definiendo 7 niveles de desarrollo en función de cuántas palabras poseían para describir colores básicos. Los más sencillos sólo incluían 2 (blanco y negro) y los más avanzados incluían los 11 términos básicos (blanco, negro, rojo, amarillo, verde, azul, marrón, morado, naranja, gris y rosa).
En el vídeo de Vox a continuación puedes conocer más acerca de la teoría de Berlin y Kay:
Críticas a la teoría del color en el lenguaje de Berlin y Kay
Los resultados de la que se ha denominado como Visión Universalista de Berlin y Kay fueron cuestionados de inmediato, principalmente por antropólogos, con el argumento de que los idiomas estudiados eran muy pocos, que la muestra de hablantes de cada idioma era muy pequeña (a veces solo uno), que todos los participantes también hablaban inglés como segunda lengua, que todos ellos eran residentes en San Francisco en lugar de en los países de origen de los idiomas y que además ciertas regiones del mundo y/o familias de idiomas estaban subrepresentadas o sobrerrepresentadas.
Evolución de la teoría: World Color Survey
La Encuesta Mundial del Color (WCS, por sus siglas en inglés) es un proyecto de investigación que se llevó a cabo para validar, invalidar o, muy probablemente, modificar los principales hallazgos de Berlin y Kay. Es decir, ¿realmente existen restricciones universales translingüísticas sobre en la denominación de colores? ¿De verdad los sistemas de terminología básica del color tienden a desarrollarse en un orden parcialmente fijo?
Con el fin de seguir investigando estas hipotésis, la WCS recopiló datos de nombres de colores de hablantes de 110 idiomas no escritos (los más curiosos podéis ver los datos que recabaron en su página web).
¿Y qué concluyó este estudio? Confirmó que existe una restricción generalizada en los diferentes idiomas para reducir el espectro de color a un número limitado de palabras que haga referencia a colores básicos. Sin embargo, también existe una considerable variación entre idiomas, y todavía es una pregunta abierta por qué los idiomas varían como lo hacen en la denominación de colores.
Así que siguen las investigaciones que buscan comprender la traslación al lenguaje de la percepción al color que las diferentes culturas han hecho a sus idiomas.
¿Sabías que…?
En muchos idiomas, los colores verde y azul se engloban en una única palabra que define ambos. La noción de “verde” en los idiomas europeos modernos corresponde a aproximadamente 520–570 nm, pero muchos idiomas históricos y no europeos toman otras decisiones, por ejemplo usando un término para el rango de 450–530 nm (“azul / verde”) y otro para aprox. 530–590 nm (“verde / amarillo”).